Las neurociencias cada vez nos acercan más hacia el entendimiento de cómo las personas procesamos la información que recibimos, de cómo decidimos ante los estímulos y de cómo hacemos frente a nuestras emociones.
Hoy por hoy puede decirse con toda propiedad que han revolucionado el mercado, desde la forma de hacer marketing a través de técnicas empleadas para persuadir el cerebro del cliente a fin de prever su disposición a la compra, hasta mejorar la gestión del liderazgo en las organizaciones.
Las neurociencias aplicadas al liderazgo o el neuroliderazgo utilizan metodologías que miden y mejoran el rendimiento cognitivo con la finalidad de transformar a sus líderes (directivos y consultores) en herramientas altamente eficaces dotándoles de conocimientos, redes y recursos en lo atinente a la gestión y motivación de sus dependientes, para así hacer de ellos auto-líderes que trabajen en equipos eficientes y cohesionados.
El neuroliderazgo potenciando la organización
A nivel de la alta dirección, con la aplicación de las neurociencias, los líderes son llevados a preparar su cerebro con el objetivo de que en el ejercicio de sus actividades de conducción estos operen acertada y rápidamente, a la par del cambio, partiendo de la identificación de las bases emocionales – racionales en el proceso de la toma de decisiones y promoviendo el pensamiento independiente.
En cuanto a recursos humanos, ha resultado una innovadora técnica para la selección de nuevo personal y para la evaluación del equipo con el cual se cuenta. Es así como definiendo el perfil neuro-cognitivo para cada cargo en particular, se garantiza la eficacia en la elección que resulta de la evaluación de las fortalezas y debilidades de la persona con respecto al marco referencial suministrado por el perfil respectivo.
En el caso del personal preexistente, constituye una estupenda herramienta para determinar los aspectos de mejora e incluso considerar la posibilidad de explotar las competencias particulares en cargos o rubros en los cuales se determine que el personal pudiera desempeñarse de mejor forma. Así también, respecto del equipo ya conformado, las técnicas del neuroliderazgo se orientan a la ejecución de programas de entrenamiento cerebral cuyo propósito es la optimización de las habilidades correspondientes a cada particularidad. Principalmente a nivel de cabezas de equipo la gimnasia cerebral se emplea en aspectos de concentración, toma de decisiones, habilidades de comunicación y resolución de conflictos.
La aplicación del neuroliderazgo en las organizaciones abarca:
- El liderazgo personal: partiendo de la inteligencia relacional, social y emocional.
- La toma de decisiones: en procura del manejo de la intuición y la emocionalidad que son los dos factores que inciden directamente en tan importante labor.
- El control del estrés: contrarrestando la disminución de las funciones ejecutivas cerebrales que generan la distracción, la pérdida de la concentración y por ende las decisiones erradas.
- El desarrollo de la atención: especialmente en materia de afrontar cambios, pues se ha determinado que mientras mayor sea la atención puesta en el estímulo en concreto, mayor será la cantidad y calidad de información retenida y codificada.
El componente emocional propio de la naturaleza humana es en primera medida el factor que determina la acción a la decisión y no siempre es correcto el impulso al cual esto lleva. Así entonces, los líderes y ejecutivos a través de la metodología gerencial del neuroliderazgo son preparados en controlar su emocionalidad para de tal modo focalizar y dedicar su atención en los procesos de cambio, en un ambiente de estrés controlado que permitirá la eficaz y acertada toma de decisiones en favor de los objetivos de la organización.
En el marco de la construcción de organizaciones sostenibles, sustentables y socialmente responsables, la misión del neuroliderazgo consiste en la formación de una cadena de personas que en sus niveles jerárquicos opere de forma asertiva, empática e inspiracional.
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